La tecnología actual en los hornos es la llamada tecnología de carretes (foto 1) mientras que la nueva instalación será un horno de barras (foto 2):

La necesidad del cambio de las dos nuevas líneas de valorización energética viene determinada por la obsolescencia de estas equipaciones y por el aumento progresivo del poder calorífico inferior (PCI) del residuo. De forma simplificada, lo PCI es una medida de la cantidad total de calor que se desprende durante la combustión.

Por otro lado, hay la necesidad de poder dar cumplimiento en las Mejores Tecnologías Disponibles (MTD), que son la manera ambientalmente más respetuosa que se conoce de llevar a cabo una actividad, teniendo en cuenta que el coste para las empresas que las tienen que utilizar esté dentro de unos límites razonables. Las MTD se regulan siguiendo la Directiva 96/61/CE del Consejo, de 24 de septiembre de 1996, relativa a la prevención y el control integrados de la contaminación.

En este sentido, las principales ventajas de la nueva tecnología son el incremento del PCI admitido permite la refrigeración por agua y un mejor control de la combustión, que permitirá trabajar con menos exceso de aire y menos residuos incremados en las escorias. Por lo tanto, nos permitirá lograr los márgenes más exigentes de las MTD de nuestra actividad.